El océano proporciona alrededor del 20% de la proteína animal a más de 3.300 millones de personas. La combinación única de proteínas, vitaminas y nutrientes de alta calidad que solo se encuentran en el pescado lo convierte en una excelente fuente de alimento.

Por ello, la Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo regular de pescado de entre una y dos raciones de 150 g por semana, lo que supondría un consumo anual per cápita de 11,7 kg de pescado. Sin embargo, la media mundial anual de consumo es de 20,9 kg (FAO, 2020).

Para satisfacer estas necesidades, se ha intensificado la pesca. Si en 1990 el porcentaje de poblaciones de peces dentro de niveles biológicos sostenibles era del 90%, en 2017 este valor descendió al 65,8%, según datos de la FAO.

En 2018, se capturaron 96,4 millones de toneladas de pescado a nivel mundial, el valor más alto registrado.

En paralelo, la producción mundial de la acuicultura se ha esforzado por dar respuesta a las demandas, alcanzando también un valor máximo en 2018 de 82,1 millones de toneladas (FAO, 2020).

Una correcta gestión pesquera garantiza la reproducción y consecuente continuidad y conservación de los recursos, favoreciendo una explotación sostenible. La investigación en esta área es fundamental, es decir, con respecto a las especies con menor interés comercial que reciben menos inversión en términos de conocimiento biológico. 

Pero como consumidores, también tenemos algo que decir. Nuestras elecciones influyen en el océano.

Consejos para un consumo sostenible de pescado:

Consumir de manera sostenible significa consumir menos y mejor, considerando los impactos ambientales, sociales y económicos. El consumo de pescado es sostenible cuando proviene de fuentes cuyo impacto en la salud de los océanos es mínimo y asegura la disponibilidad de recursos para las generaciones futuras. Implica el uso de un conjunto de prácticas relacionadas con la adquisición de productos y servicios que tienen como objetivo reducir o incluso eliminar los impactos sobre el medio ambiente.

Entonces, ¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de elegir?

  1. Hay que analizar siempre la etiqueta del pescado. Todo el pescado a la venta debe estar correctamente etiquetado, lo que supone que además de contener información sobre el nombre de la especie y el precio, debe también proporcionar información precisa sobre la zona de captura, el arte de pesca utilizado y la subasta donde se desembarcó. Elegir pescado nacional o de proximidad es también otro factor importante a tener en cuenta.
  2. El impacto de las artes de pesca en el medio marino es otro aspecto a considerar. La pesca de arrastre es menos selectiva que otros artes, contribuyendo a la captura incidental. Invertir en el consumo de especies capturadas por diferentes tipos de artes más selectivas, contribuye a reducir el impacto de las menos selectivas en el medio marino. También será importante incrementar la investigación para conocer mejor la selectividad de las artes, desarrollar mecanismos que mejoren su eficiencia, valorar especies con menor interés comercial y crear productos de consumo que aprovechen los pescados menos buscados u otros rechazados.
  3. También debe tenerse en cuenta la talla mínima de referencia a efectos de conservación. Esta medida de manejo está definida para varias especies comercializadas en nuestro país, en aplicación de normativa nacional y europea. Garantiza que, por encima de cierto tamaño, un pez ya habría llegado a la etapa adulta, habiendo tenido la posibilidad de reproducirse al menos una vez a lo largo de su vida, garantizando así la renovación y continuidad de las especies. Como consumidores, podemos evitar comprar pescado por debajo de este tamaño, contribuyendo a una mayor sostenibilidad.

Otros factores que podemos tener en cuenta en nuestras elecciones de consumo de pescado son:

  • Las especies pelágicas que viven más cerca de la superficie, como el jurel y la caballa, son más abundantes.
  • Con más de 200 especies disponibles, la regla de oro es diversificar el consumo. Prueba nuevas especies y prueba nuevas recetas.
  • Por último, infórmate. En las guías de la FAO, DIVERSIMAR, CONXEMAR y otras instituciones y organismos oficiales podrás conocer muchas especies nuevas, propiedades nutricionales de cada una, etc.

Hay muchos peces en el mar, experimenta y prueba! 😉

Por último, el consumo sostenible de pescado es responsabilidad de todos, por eso, nosotros como distribuidores, estamos muy comprometidos con la sostenibilidad de nuestros mares, contando con la certificación bajo el estándar de Cadena de Custodia de la organización en favor de la pesca sostenible MSC (MARINE STEWARDSHIP COUNCIL), para la distribución de pulpo , bonito del norte y bocarte.

Más información aquí:

* Fuente: https://wattson.pt/2021/01/21